Soy Ramona Marcé. Hace 60 años que vivo acompañada de una afectación producida por un virus, el de la poliomielitis o parálisis infantil, este virus ataca el sistema nervioso central y destruye las neuronas motoras.
Bueno, la cuestión es que me he pasado toda la vida buscando soluciones. Cuando era pequeña no se conocía gran cosa de este tema. Todo el mundo iba muy perdido y, después de pasar por diferentes médicos, pareció que la mejor opción era estar interna en un hospital donde se podía estudiar y recibir tratamientos al mismo tiempo.
Nunca juzgaré nadie por ninguna de las intervenciones que me hicieron, a pesar de que éramos un poco «conejillos de indias». En la adolescencia, cambio de médicos y más intervenciones.
Durante una larga época, pasotismo total y viviendo la vida …
Llega un momento en que se «ponen de moda» las terapias alternativas: masajes, acupuntura, osteopatía, quiropráctica, fisioterapia, natación, medicina y alimentación natural. Las he ido siguiendo todas, con mejores o peores resultados.
Después de pasar por otras enfermedades, que han dejado mi cuerpo aún más dañado y, con una edad en la que no espero demasiado bien nada, cuando ya pensaba que no quedaba nada para probar y poco a mejorar, conocí una nueva terapeuta, Ana Chico, que hace activación neuromuscular.
Llevamos unos tres meses de trabajo. Es muy lento y según como, pienso que no hacemos nada, pero después de digerir el agotamiento de la terapia, voy notando la diferencia. He mejorado mucho la postura, sobre todo de los hombros, también un poco la movilidad de los brazos y la fuerza en la espalda, que día a día resiste más tiempo sin ayudas ortopédicas.
Aunque soy consciente de que nunca llegaré a recuperar una movilidad completa, pienso que si hubiera conocido esta terapia cuando era más joven, ahora tendría una mejor calidad de vida.
Aprovechamos lo que hay.